terça-feira, 5 de setembro de 2017

DIREITOS SOBERANOS DA DOMUS VATATZES


Nosso ascendente Imperador Aleixo II
DERECHOS SOBERANOS DE LA DOMUS VATATZES
Enseña el Derecho Nobiliario, que un soberano efectivamente reinante ostenta cuatro poderes esenciales, que constituyen “la soberanía”: el “ius imperii” (o derecho de mando), el “ius gladii” (o derecho de guerra), el “ius maiestatis” (derecho de ser honrado como tal), y el “ius conferendi honorum” (o derecho de conferir honras). Cuando pierde el poder territorial, los dos primeros derechos quedan suspendidos cuanto a su ejercicio. O sea, permanecen en la persona que los poseía, “in pectore et in potentia”. En cuanto los últimos dos, el “ius maiestatis” y el “ius honorum”, permanecen efectivos y activos. Obviamente, el “ius maiestatis”, o derecho de ser honrado como tal, depende de la persona, en continuar su linaje. En cuanto al “ius conferendi honorum”, este será ejercitado en la medida en que las circunstancias lo permitan y el ministerio de la Dinastía fue cumplido. Este ministerio, no es necesariamente político, debe de tener como objetivos la promoción de los derechos humanos, como incentivo para la práctica de las virtudes, la beneficencia, la cultura, la acción comunitaria, en beneficio de un todo social. Es esta, fundamentalmente, la acción ejercida por las Dinastía Teocráticas, no reinantes, a favor del Pueblo de Dios, como co-autoras de la Redención. Es de salientar, porque títulos y honras conferidos deben de ser expresión de un derecho legítimo, que el “ius conferendi honorum”, inherente a los Jerarcas Dinásticos y/o Apostólicos, tienen un caracter de universalidad. O sea, en el cumplimiento de su ministerio, incentivar y promover virtudes y méritos, príncipes ,patriarcas y Primados pueden honrar libremente a quien consideren digno de tal reconocimiento, independiente de nacionalidad o de naturaleza, de raza o de credo. Esta definición, que interesa a la defensa del “ius conferendi honorum” de Jefes Dinásticos y Primados, es ampliamente comprobable. Basta con repasar visualmente por las relacines nobiliarias de estados, dinastías y comunidades religiosas. Otros instrumentos de servicio de que disponen las Jerarquías Apostólicas, para cumplir bien su tareas, son las ordenes de caballeria, en sus diversos aspectos y manifestaciones. Son cuerpos organicamente constituídos, basicamente fraternales, con objetivos especificos de trabajo social, de cultura, de culto o de preservación de la conciencia ancestral, siempre obserbando la promoción y enriquecimiento espiritual del Pueblo de Dios. (....)Que esta obra genealógica sea un instrumento de unión y de cultura, de conciencia de valores y de ideales (..). Mas, encima de todo, que sea un lucero a marcar el camino ya recorrido y un precio de justo agradecimiento de aquellos que tan noblemente transitaron por la vida, legando un patrimonio espiritual de valor incalculabre y una suma de virtudes vividas y ejemplificadas que, por si mismas, dan testimonio de nobleza impar y sabia devoción. Que, la imagen del pasado, y el futuro de este linaje, sea de valiosos servicios, de vidas dignas, y de acciones edificantes. NOBLEZA APOSTOLICA “Ser noble” no significa “Ser mejor”. En términos de espiritualidad y de realidad social, significa tener conciencia de un legado recibido graciosamente en el evolucionar de las Generaciones. Significa procurar ser digno de ese legado y, fundamentalmente, significa tener conciencia de una obra a realizar y de una misión a cumplir. Nobleza no significa ostentación o vanidad. Significa noción y vivencia de un ministerio social – en donde mérito, virtud y ejemplo son como fuerzas que ilumnan caminos y construyen vidas-. Asi como familiares que se pierden en el camino, no anulan la esencia y la misión de Nobleza. Como grupo, la nobleza tiene dos amplias puertas; aquella de entrada, que se atraviesa con el trabajo, por el mérito, por la virtud, por la conciencia de valores espirituales y sociales; y la de salida, que se abre por el desmérito, por la no consecución de acciones o de actitudes, por la perdida de valores con los cuales deben de distinguirse los Hijos de Dios. La Nobleza es un “estado”, que se sublima en la alma de cada uno. Es un complejo de valores y de virtudes, de acción y de trabajo. Decir en verdad, que la Nobleza tiene varias caras, y que cada uno la vive y ejercita conforme a su propia vocación. Es, en síntesis, una manifestación de la conciencia de ser Hijo de Dios y su Servidor. Porque nadie puede decirse “Hijo de Dios” sin vincluarse intimamente a una de las múltiples manifestaciones del Ministerio Redentor. La Autocracia Ecuménica es una dependencia de la Antiquísima y Augustísima Casa Imperial y Real Apostólica de los Romanos, DOMUS VATATZES. Esta, la Domus, es la realidad histórica que cumple Su misión desde sus orígenes. El Ministerio Sagrado pertenece, pues, a la Dinastía Imperial y Primacial de los Romanos. La Autocracia es un instrumento de trabajo. Todas las instituciones que integran la Autocracia, dependen de la Domus Vatatzes y deben obediencia y respeto a las determinaciones de ellas emanadas. Todos los actos de investidura, reconocimiento o confirmación son otorgados sobre la condición de FIDELIDAD a la Casa Imperial. Ninguna dinastía asociada o federada tiene el derecho de valerse de designaciones propias, por DERECHO HISTÓRICO, de la Dinastía primacial, excepto por privilegios específicos, otorgados por el ArkiDyarcha Autokrator (Basileus Basilion, Megas Basileus). Del mismo modo, dinastía asociada o federada no puede extender protectorado u otorgar reconocimiento a organizaciones de familias no reconocidas por la Domus Vatatzes . Si lo hicieran, estarán violando su compromiso de fidelidad. Este Comunicado significa, pues, un llamamiento al respeto de la Jerarquía Dinástica, fundamental en cualquier organización monárquica, y una formal reprobación a determinados protectorados extendidos a entidades no reconocidas ni autorizadas por la Domus VATATZES , hechos por Casas Dinásticas integrantes de la Autocracia. Esos protectorados no tienen significación alguna y violan los principios de fidelidad libremente asumidos por los jefes de las referidas Casas. Obviamente una soberanía absoluta puede ser ejercida por cualquier jefe dinástico, FUERA DE LA AUTOCRACIA APOSTOLICA. Interiormente, en la Organización Autocrática existe un orden y una ideología a ser respetadas. De cierto, quién no estuviera dispuesto a cumplir con los compromisos asumidos, o obedecer al régimen existente, puede libremente expatriarse y constituirse en autónomo o sin compromiso. La Domus VATATZES y la Autocracia APOSTÓLICA no desean colocarse al mismo nivel de ciertas organizaciones sin una origen histórica clara y legítima. En los últimos tiempos tienen surgido numerosas organizaciones, denominadas “dinásticas”, que se aproximan peligrosa y lamentablemente a un sueño de fantasía. La Autocracia Euménica no desea colocarse como guardiana o como defensora de derechos o de pretensiones de organizaciones que no le deben respeto. Reconoce a todos el derecho de soñar y fantasear, mas no debe, por Su Sagrada Origen, situarse en semejante plano. Todos los Jefes y Príncipe de la Domus y los Altos Dignatarios de la Autocracia Apostólica, siempre dejaran claro, aunque con gentileza y cortesía, que no les interesa intercambiar diplomas de cualquier origen, ni perder el tiempo en relaciones que no producen nada de positivo en beneficio del Pueblo de Dios. Terminen, pues, las “dinastías virtuales” y semejantes en su propio ambiente. Nada tiene la Autocracia o la Domus VATATZES contra ellas, mas desea mantener su identidad y vivir en su propio nivel.

Baseado em investigação de Dom Saul Couto

The military orders of knighthood: a breath of the Holy Spirit


The Holy Church, under the inspiration of the Holy Spirit, through the ages engenders the various religious institutes. Does so in order to meet the needs of souls in each historical moment. It is a manifestation of his holiness and the strength of its vitality.

In the Middle Ages there was union between Church and State. The community of Christian peoples, founded on the same Faith, was Christianity.

I. is the great family of peoples under the spiritual authority of the Pope and the temporal rule of the emperor of the Holy Roman Empire.

Against the integrity of the Church and Christianity invested continuously internal and external enemies.

The internal enemies were heretics, who, through their revolutionary doctrines spiritually and temporally, tried to snatch regions and whole nations to the jurisdiction of the Holy See and the Empire.

The external enemies were on one side of the east European barbarians (Saxons, Slavs, etc.., Many of them later converted) and also in northern Europe as the Vikings (also ended up converting).

In addition came the Muslims of Spain, Asia Minor and North Africa.

These frequently attacked the frontiers of Christendom, and infested seas in pursuit of the pilgrims who came to visit the Holy Places.

Urged to defend against such violence and civilization Catholic Faith. How to undertake such a defense? To achieve this, the Church has raised the Military Orders.

The spirit of the Church in the Middle Ages gave rise to the Military Orders, who did so much for the preservation of the Holy Land. Birthed those knights and armed monks praying, whose monasteries were castles. Receiving shipments of pilgrims, the amparavam, healed the sick and wounded, and obeyed with the same fervor the bell or trumpet, when they were called into battle. They were the first in the attack and the last in recession. Men whose swords inflicted such serious wounds, and whose prayers and chants rose enthusiasts to Heaven! The spirit of the Crusades, the union of heroism with devotion, love of neighbor with manhood, and the sword of penance, shows up in their brightest colors in the Orders of Knighthood.

The Crusades gave birth to the Military Orders. These orders led the Cavalry to a new perfection, elevating it to the heights of the monastic life.

Formed as standing armies of crusaders, the guardians of Christianity.

They became the soul of all great military enterprises and summarized in itself all that produced the Cavalry of heroism.

At three monastic vows - obedience, poverty and chastity - the Military Orders added a room to dedicate himself entirely to war against the infidels.

So the knights embraced a monastic rule, not to retreat into solitude, but to better fulfill the ideals of chivalry.

They were warrior-monks and formed a standing army ready to engage in combat wherever enemies threaten the Christian Religion.

THE ROYAL HOUSE DOMUS VATATZES

email:ordensdecavalaria@gmail.com
AUTOKRATIC PALACE

LISBON